Bienvenidos a un viaje visual a través de mi acuarela, que captura la majestuosidad del Puente de Carlos y el castillo de Praga. Este paisaje urbano, con sus estructuras arquitectónicas prominentes y farolas que bordean el camino, evoca recuerdos de paseos bajo el cielo de Praga. El Puente de Carlos, construido en 1357 y terminado en 14021, ha sido durante siglos el único medio de cruzar el río Vltava, conectando el castillo de Praga con la ciudad vieja1.Esta acuarela es un homenaje a su historia y su importancia como ruta comercial entre Europa Oriental y Occidental1. El castillo, visible en la distancia, se alza como un recordatorio de la rica historia de Praga. Los tonos azules y marrones, junto con el juego de luces y sombras, crean una atmósfera de calma y nostalgia, un reflejo de la belleza atemporal de Praga. Esta acuarela es más que una pintura, es un homenaje a Praga, a su historia y a su belleza arquitectónica.”
Siempre he sentido gran curiosidad por las sucesivas defenestraciones de Praga, acontecidas desde las ventanas de este castillo. El 23 de mayo de 1618 más de 100 nobles no católicos marcharon sobre el Castillo de Praga con el fin de arrojar por la ventana a los gobernadores de confesión católica. Con este suceso empezó la llamada Revuelta Bohemia (1618 – 1620), cuyos líderes exigían el respeto a la libertad de religión y suposo el comienzo de la guerra de los 30 años y la división de Europa..
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